El comienzo nos sorprende con la mirada natural del animal:
"Antes que el vino fuera vino, fue viña... y antes que viña desierto... y antes que desierto sol, mar y sal"
"Donde el jinete veía oro yo veia pájaros, donde el jinete conquistador veia extraños yo veia hombres dorados...
Las ancianas cantaban con otras voces y otras palabras. Al comienzo lo que vi no fue lo que vio el jinete"
El nacimiento de la Patria se sintetiza en estas bellas palabras:
"El territorio que era incierto se hizo Patria cierta, país de madrugadas, que ampara a los que tienen hambre y da calor a los que tienen frío, y da lugar en el mundo a los que no tienen nada. Hace 200 años.
En ese lugar habitó el Sol y habitó la Luna, y nació mi abuelo del árbol y mi abuela de la niebla suave, y mi padre, y mi madre, y nací yo, y fue argentino el sueño, argentina la tierra que sostiene, y argentino el aire que sujeta."
Quizás la parte más emocionante fue la mención de la gesta libertadora:
"Yo le dije a San Martín: mi general, soy un caballo viejo, no tengo casta, soy del pueblo, déjeme ir adelante, ser el primero en la batalla y el General, que conocía la voz de los humanos y los animales, me dijo: ¡y yo voy con vos! donde nos lleve el viento.
Sólo una palabra puede mover tanta sangre: ¡Libertad!..."
"El vino... fue la hermandad entre los pueblos, hecho de fiesta mendocina era entonces, el vino de la gesta americana"
Y para finalizar, la gran celebración del Bicentanario en América:
"...aún los bravos caballos de antaño no terminan su galope. Los caminos de la América recóndita todavia estan siendo caminados. El generoso vino del mañana aun no ha sido cosechado. Pero estamos vivos, estamos cantando que el camino es cada paso que merece ser festejado"
"Estamos cantando el vino de Mendoza. A la hermandad de los Pueblos Americanos. Estamos vivos ¡estamos cantando!"
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